No cabe duda de que esta copa es un gran tesoro. No hay más que ver cómo celebramos ayer el haberla conseguido. Y hoy, y mañana ...Pero nosotros vamos a tener el privilegio de acompañar a un tesoro aún más grande, al auténtico tesoro: la Cruz de Cristo. EL TESORO que sana, fortalece y nos muestra el amor de Dios Padre que nos hace hijos en el Hijo.
Las alegrías futbolísticas son efímeras.
La alegría cristiana es permanente.La Cruz de las JMJ está recorriendo la diócesis de Ourense. El viernes llegará a la nuestra y nos acompañará -y la acompañaremos- hasta el miércoles 21.
La vamos a recibir en el Santuario de O Cebreiro a las seis de la tarde
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