Monición y entrada del Cirio Pascual mientras cantábamos El Espíritu de Dios hoy está sobre mí.
Luego, invitación a encender las velas a los que estaban en las gradas, y los móviles a los que estaban sobre el césped y el tartán para evitar incendios.
Cuando el Cirio Pascual estaba colocado junto al ambón, se proclama un texto del Evangelio de Lucas correspondiente a la transfiguración del Señor: "Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió y sus vestidos se volvieron de una blancura resplandeciente". Ese es el efecto que consiguieron los organizadores, pues en ese momento se apagaron las luces del estadio y la única iluminación que había provenía de las velas que portábamos.
Como eco de la lectura evangélica, una oración y un estribillo:
Enciende una luz, déjala brillar, la luz de Jesús que brille en todo lugar.
No la puedes esconder, no te puedes callar, ante tal necesidad, enciende una luz en la oscuridad.
Si has asistido, lo recordarás. Si no has estado allí, imagínatelo. IM-PRESIONANTE!.
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