Padre Santo, te presento toda mi vida:
alegrías y tristezas, trabajo y descanso,
salud y enfermedad, ...
Acéptala en unión a tu Hijo Amado, Jesucristo,
como una ofrenda permanente de amor.
Te pido, por intercesión de María nuestra Madre, y del Apóstol Santiago,
por todos los jóvenes, para que movidos por el Espíritu Santo,
abran su corazones a tu amor misericordioso,
escuchen tu llamada y sean testigos de tu presencia viva en el mundo.
A Ti el honor, la gloria y la alabanza por los siglos de los siglos. Amén.
+ Julián Barrio Barrio
Arzobispo de Santiago de Compostela
No hay comentarios:
Publicar un comentario