celebración de bienvenida

Procuramos mentir lo menos posible. No siempre lo conseguimos. Pero hoy, con la emoción del acto de bienvenida hemos decidido ser todos muy buenos y contaros lo que ha pasado en la plaza del Obradoiro esta tarde. Otro día os lo dejaremos ver también, pero hoy no es posible porque las fotos no quieren subir al post.

Con un poco de retraso porque la Cruz y el Icono no llegaban, comenzó el acto. La presentación oficial del Himno, con sonido de gaita incluida - typical da terra-, una serie de testimonios ibéricos, porque un muchacho portugués se expresó en su idioma perfectamente, la presentación de cardenales, arzobispos y obispos asistentes, cuyos nombres eran jaleados por sus respectivos diocesanos y también por algunos asimilados, porque sino no se explica que grupos que sabemos que son poco numerosos pareciesen estar formados por millones de voces.

Cuando terminaron los testimonios, y al son de "El Espíritu de Dios hoy está sobre mí" hacen su aparición en la plaza, procedentes de la Catedral, la Cruz y el Icono portados por jóvenes de Madrid. Les hicieron un respetuoso pasillo y los colocaron en el estrado, junto a las autoridades.

Cantos patrios: yo soy español, español, español; el típico ¡que bote, que bote, que bote el peregrino!; el infalible ¡esta es la juventud del Papa!.

Bienvenida a los que, como Santiago, son o quieren ser amigos del Señor. Sigue la lectura del Evangelio de Mateo de la llamada a Pedro y Andrés y a Santiago y Juan para vivir con Él y hacerles "pescadores de hombres".

Palabras de D. Julián Barrio, que han gustado mucho por sencillas y sinceras. Va un ejemplo:

(...) Esta tarde, junto al sepulcro del Apóstol Santiago proclamáis con vuestra presencia que Cristo os da luz y fuerzas en vuestro peregrinar y que queréis ofrecer a nuestra sociedad la más alta definición digital de la imagen de Cristo. Estoy seguro de que queréis hacerlo.

En otro momento dijo "bienvenidos a la casa del señor Santiago" y lo repitió en galego, catalán y euskera.

Rezo del Padrenuestro y bendición final. La Cruz y el Icono se trasladaban a San Martín Pinario, y ahora, cada uno elige qué quiere ver por la noche: títeres, teatro, concierto o adoración nocturna.

Mañana a las diez y media, catequesis de nuestro obispo en el convento de las dominicas en Belvís y a continuación, celebración eucarística presidida por él.

Nos vemos allí o quedamos en la Eucaristía.