En el Centro de discapacitados psíquicos de San Vicente de Paúl

Ayer el Centro de San Vicente de Paúl que dirigen las Hijas de la Caridad abrió sus puertas a los peregrinos de los DeD en Lugo. Pudimos compartir la tarde con los residentes del centro, las religiosas y el personal que los atiende.

Es impresionante la labor que se desarrolla allí y, más impresionante aún, la acogida que nos brindaron.

El Centro San Vicente de Paúl nació gracias a la sensibilidad de las Hijas de la Caridad, que sintieron la necesidad apremiante de acoger a minusválidos psíquicos (profundos, severos y medios, la mayoría son jóvenes) carentes de dinero y de vínculos familiares. Además de las Hermanas de la Caridad, y un capellán, el Centro cuenta con personal empleado y varios grupos de voluntarios.

Constituyen una gran familia con un ambiente de bienestar y gozo. Es un ambiente de afecto, de cariño y de fiesta permanente. Ellos se sienten queridos y tienen mucha capacidad de querer, son profundamente agradecidos y se perciben felices a pesar de todas sus limitaciones. Nos hemos ido de allí con los ánimos y el corazón renovado. GRACIAS

Después de conocer el centro y hacer la oración juntos, comenzó la FIESTA!!!

Hubo magia (con paloma incluida), música y las aportaciones que los grupos realizaron para intercambiar sus costumbres y sus tradiciones. El grupo de batuka "Axe" también contribuyó a amenizar la fiesta en la que los mayores probaron la "queimada" y los pequeños sangría "SIN"; y todos un estupendo chocolate con dulces.

Al final nos despedimos todos, los peregrinos nos agradecieron la acogida y hospitalidad, nosotros a ellos tenemos que agradecerles mucho más: su testimonio que los ha llevado a recorrer miles de km para compartir y vivir juntos la fe.

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