Gracias Ana!!!!
“No puede ocultarse una ciudad situada
en la cima de un monte.” (Mt 5, 14)
Del 21 al 24 de abril celebramos una Pascua para jóvenes en Lugo. Es la segunda Pascua que organizamos y nos gustaría crear una tradición, un espacio para jóvenes que buscan algo más en sus vidas, que quieren tener la experiencia de vivir la Fe en unión con otros jóvenes.
Tras solventar todas las dificultades iniciales que hubo en la organización, se pudo llevar a cabo, gracias a Dios. Asistimos unos 34, entre jóvenes y personas que prestamos algún servicio. Vinieron jóvenes de todas partes de Galicia, de Asturias, Portugal, Madrid e incluso una joven italiana. Cada uno diferente e imprescindible porque así es el pueblo de Dios, todos únicos e irrepetibles.
¿Cómo explicar lo que hemos vivido? Es muy difícil porque no hay palabras que puedan mostrar las emociones experimentadas, la unción en las oraciones, las adoraciones, la convivencia entre hermanos o la fiesta tras la resurrección.
El jueves llegamos un poco fríos y despistados, cada uno con su mochila, con sus problemas y dificultades, con sus cargas y expectativas… Poco a poco fuimos entrando en las oraciones, en la dinámica, en las actividades y el sábado parecíamos, no, éramos personas diferentes. ¡Sentimos a Jesús muy cerca y nos ha llenado de fuerza y alegría!
Vivimos la dificultad de la Pasión y la alegría de la Resurrección.
Ahora nos toca bajar del Tabor para volver al mundo. Es difícil salir de un encuentro, de la paz que se experimenta, del amor que se recibe y volver a los problemas diarios, a las dificultades; Pero es necesario, y lo haremos con ilusión para mayor Gloria de Dios, porque “no se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte”. Ahora nos toca ser sus testigos.
Y tú, ¿te apuntas el año que viene? ¡Te esperamos! ¡Él te espera!
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