Esta tarde hemos estado en el concierto acústico y la posterior firma de discos de Lucía Pérez, la artista que nos representará en Eurovisión.El motivo de acudir no respondía sólo al orgullo patrio de que una diocesana sea la voz de España en una actuación de ese calibre, que ya no es poco. Teníamos otro objetivo a mayores: pedirle que nos dedicara su nuevo disco, CRUZO LOS DEDOS, para JMJ LUGO, o sea, para los Días en la Diócesis. Y nos lo firmó, claro que sí. En castellano y en inglés. Y estuvo con nosotros un montón de tiempo derrochando simpatía y amabilidad. Ella gusta a las cámaras, se nota cuando la ves por la tele. Pero en directo, te gusta a ti. Transmite alegría, tranquilidad, serenidad, confianza. Me dio la impresión de que nos conocíamos de toda la vida y no, somos "amigas" del Facebook, que es como decir que no nos conocemos de nada, porque ese invento es impersonal de todo. Te llegan solicitudes de amistad y las aceptas o no según quienes sean los amigos de tus amigos, y así puedes tener una lista de 5.983 personas y que no las hayas visto ni hablado con ellas cara a cara en tu vida. Bueno, sus ventajas en otros aspectos son indudables. Pero estaba hablando de Lucía, no de las redes sociales. Además de la dedicatoria del disco, ya que estábamos metidos en el fregado, nos atrevimos a hacerle otra petición que acogió de maravilla. La aceptó de buen agrado y nos derivó a su representante, Chema Purón, con el que quedamos de hablar después de todo el barullo de la gala eurovisiva. No puedo o no debo dar más detalles por si la segunda petición no se puede cumplir, pero tenemos claro que si es así, será porque la fama la tiene secuestrada. A partir de la actuación de Eurovisión su vida artística puede llevarle por caminos nunca imaginados. Pero estamos seguros de que seguirá siendo Lucía la de O Incio, la nuestra.
Muchas gracias y ¡MUCHA SUERTE!.
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