Querida Marisa: tu sonrisa, tus lindos ojos y tu buen carácter han sido un regalo para los que te conocemos; tu disponibilidad para el trabajo, para entregarte a los demás han sido siempre encomiables y ahora que te vas porque el Señor así lo quiere hemos de decirte que te queremos, que te echaremos muchísimo de menos y que allí donde estés serás un angelito que brillará con amor.
Que el Señor te acompañe y la Virgen te proteja.
TUS AMIGOS DE LUGO
P.D: Marisa, aunque te vayas fisicamente, cuando pronunciemos tu nombre siempre permanecerás en nuestros corazones.
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